En enero de 2020, terminó mi contrato en una empresa estable, donde ejercía de técnico informático. Una función que llevaba desempeñando muchos años (y que a día de hoy aun ejerzo), pero que me resulta cómoda. Encontrar los errores informáticos y buscar su solución es la mejor manera de entrar en la informática, la mayor parte de las veces es cuestión de tiempo; casi siempre se acaban solucionando los problemas, solo hay que saber buscar bien. Con este razonamiento no quiero decir que haya tocado techo en la rama del soporte técnico, eso jamás, en la técnología (que no informática, aunque la engloba) nunca se puede llegar a aprender todo y creo que a los frikis como yo es algo que frustra muchísimo.
Lo que quiero expresar es que una persona como yo, que en su día fui mal estudiante, incluso de informática. El desarrollo o programación, que tantos dolores de cabeza me provocaron en su día, a tenido que responder a las soluciones que no encontraba reparando físicamente ordenadores.
Si esto no fuera poco, una persona como yo, sedentaria físicamente aunque activa mentalmente; ha necesitado una pandemia, para darse cuenta que no estaba orientando mi futuro profesional por buen camino. Y sí, una pandemia es lo que a un sector profesional como el mío, le ha dicho literalmente: “calienta, que sales a jugar…”.
Ahí es donde me dí cuenta y empece a sentir esa curiosidad de nuevo, donde se despertó mi nueva pasión por “picar código”; un mundo nuevo de unos y ceros que sube un escalón más y es capaz de seguir siempre, enseñándote cosas nuevas e incluso a veces hacerte sentir que no sabes nada.
Y aquí estoy casi 2 años después formándome con más ganas y con más actitud que nunca. Volviendo a ser junior, novato o principiante del desarrollo web. Es cierto que he aprendido muchísimo en estos 2 años pero es, absolutamente tan grande, el mundo del desarrollo web que siento como si estuviese empezando a leer. A pesar de haber realizado algunas páginas web, bastantes proyectos y una infinidad de ejercicios, creo que tiene bastante sentido la frase: “más vale tarde que nunca”, ya que si algo nos llena hay que apostar por ello y, con paciencia y esfuerzo, llegará la recompensa.
